domingo, 14 de noviembre de 2010

Testaferrato infiltró el 42 Salón Nacional de Artistas


Después de más de 4 horas tratando de descifrar la convocatoria del Salón Regional de Artistas zona Caribe, que incluía una incomprensible combinación de conceptos propios de la filosofía contemporánea con la mas simplista recurrencia a imágenes propias del estereotipo caribeño, un grupo de artistas llegamos a dos puntos: No queríamos participar con nuestra obra en ese tipo de convocatoria. Pero consideramos que la misma convocatoria, con todas y sus buenas intenciones, abría un espacio, físico y teórico, para criticar las políticas y prácticas culturales que este tipo de eventos significa. Hacer critica desde afuera, al completo riesgo que se dijera que éramos ardidos por no haber sido escogidos dentro de la convocatoria, o infiltrar, penetrar, escabullirnos dentro de una convocatoria para conocer el proceso desde dentro.

Y así se dio, la estrategia consistía en infiltrar el salón regional a través de 9 propuestas artísticas que fueron presentadas a consideración de los curadores/ jurados de la muestra, en cada una de ellas se inventaba a un “Artista”, que eran en realidad amigos y allegados, que a partir de sus oficios junto a la teoría e historia del arte, creábamos algunas propuestas artísticas falsas, muchas veces de forma arbitraria y sin sentido alguno, para sorpresa de nosotros el prestigioso jurado/curador eligió una de ellas. Con la obra expuesta en las paredes del salón regional de artistas, realizado en Cartagena de indias, el anzuelo había sido mordido.

Con el pez ensartado en el mar turbulento, nos dimos cuenta que nuestro testaferro, nuestro actor que simulaba ser artista, pasaba de ser una persona común y corriente, sin ningún tipo de formación ni experiencia en el campo de las artes, sin nunca haber expuesto nada en ninguna exposición, e incluso sin saber que estaba haciendo, pasaba a ser uno de los artistas más representativo del Caribe Colombiano. Nos dimos cuenta que entre los criterios curatoriales de inclusión de las obras el ser artista no era importante o el tener un proceso creativo mucho menos. Y entonces, ¿de qué trata esto, sino es sobre el arte y los artistas? ¿Por qué el artista importa ya tan poco?, ¿Por qué ya no se habla del hacer concreto de los artistas?, ¿Qué se justifica con este evento?

Parece ser que así como se usa un término jurídico tan en boga en nuestro país como es el testaferro en la mafia, dentro de las políticas culturales podríamos decir que se coló el termino ya que existen algunos testaferros llámese curador o jurado para justificar algunas recursos del estado ya no para promover y estimular a algunos artistas del país, como lo pensó hace 64 años Jorge Eliécer Gaitán siendo ministro de Educación, si no para promover otros tipos de prácticas alejadas del pensamiento y del quehacer artístico y así con esto callar o tapar algunos procesos creativos.

Hoy nuestra obra falsa ha sido incluida dentro del Salón Nacional de Artistas que se realizará desde el 11 de noviembre en el Caribe colombiano. Con la inclusión de nuestra obra de mentiras en el 42SNA empieza a develarse la acción de Testaferrato que situándose al margen nace del interior mismo de las falencias curatoriales.

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